En Kindergym creemos que los primeros años de vida son una etapa clave en el desarrollo de cada niño. Es en esta fase cuando el cerebro crece con mayor rapidez, y cada experiencia, cada juego y cada vínculo afectivo dejan huellas profundas que influyen en su forma de aprender, relacionarse y sentirse en el mundo.
Nuestro modelo educativo se basa en experiencias contextualizadas, es decir, experiencias diseñadas desde los intereses reales de los niños. A través del juego, afecto y desarrollo, acompañamos su desarrollo integral: físico, cognitivo, emocional y social.
El investigador Gilberto Pinzón lo resume muy bien: “El cerebro infantil está diseñado para aprender jugando, explorando y vinculándose afectivamente con su entorno” (Pinzón, 2014). Por eso, en Kindergym, todo está pensado para que tu hijo aprenda de forma natural, disfrutando y sintiéndose seguro.
Además, la investigadora Ana María Fernández nos recuerda que la educación emocional es fundamental desde la primera infancia. Cuando los niños aprenden a identificar y expresar sus emociones, fortalecen su autoestima, mejoran su convivencia con otros y desarrollan habilidades clave para la vida (Fernández & Martínez, 2016). En Kindergym, los acompañamos también en este proceso, ofreciéndoles un entorno afectivo y respetuoso donde puedan crecer siendo ellos mismos.